“No me saques fotos, mejor tómale a los juveniles… Está bien, pero déjame posar”, le dijo el volante de Barcelona Michael Arroyo a un fotógrafo. El jueves el ofensivo sorprendió a todos con su ‘look’ (el cabello pintado de amarillo). Este estilo no es nuevo en ‘Gambetita’, ya que cuando militó en San Luis, de México (2010), también lució su cabellera rubia. Al consultársele el porqué de esto, solo sonrió y levantando su pulgar se retiró a los vestuarios.
El jugador estará hoy (16:30) en la cancha del Monumental cuando Barcelona (octavo en la tabla) reciba al Cuenca (último).
Por su parte, en la otra vereda, Damián Manso se mostró tal cual es. Si bien es muy complicado sacarle una nota de manera informal, pues solamente habla con los medios cuando es designado por el relacionista público del club, el jueves reveló que su indiferencia no es por antipatía, sino porque “soy medio vergonzoso”.
Así se definió el volante de enganche argentino que saltará como titular hoy para enfrentar a un Barcelona con el que nunca perdió en Guayaquil. “Jugué dos partidos con Liga de Quito: el uno lo empaté a cero (2008) y el segundo también, pero a uno (2012)”, recordó el “Piojo”.
Sobre su comodidad en la capital azuaya, Manso dijo que está adaptado y se siente bien, pues en los pocos días en los que ha paseado por las calles de la ciudad ha sentido el respaldo de la afición, pese al mal momento que atraviesan los “camisetas coloradas” en lo deportivo, ya que en ocho partidos tienen cuatro empates e igual número de derrotas.
En las últimas prácticas se vio al ex Independiente de Avellaneda rematar a la portería cuando tuvo espacios para hacerlo. Es que Guillermo Rivarola les ha pedido a sus jugadores que no solo intenten ingresar con balón dominado al área rival, sino que disparen apenas tengan la posibilidad.
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